domingo, 1 de diciembre de 2013

Anestesia

Cuando se le realiza algún tipo de procedimiento o cirugía a su hijo, es comprensible que sienta algo de intranquilidad. Probablemente tenga muchas preguntas sobre todo, desde la forma en la que se administra la anestesia hasta lo que experimentará su hijo, y dónde se le permitirá a usted permanecer.
Por supuesto, lo que ocurra dependerá del tipo de procedimiento al que su hijo se someta y del tipo de anestesia que se usará, ya sea:
  • general, en la que su hijo estará "dormido"
  • regional, cuando se adormece una zona grande del cuerpo
  • local, cuando se adormece una parte pequeña del cuerpo
Para que tenga tranquilidad y esté mejor informado, le presentamos a continuación una revisión breve de lo que puede ocurrir antes, durante y después del día en que le realicen el procedimiento a su hijo en un hospital o centro quirúrgico.

Antes de la cirugía

Si bien es posible que pueda hablar con el anestesista un día o dos antes de la cirugía, es posible que no lo conozca hasta ese mismo día. De cualquier manera, el anestesista revisará la información y los antecedentes médicos de su hijo rigurosamente, para poder tomar la decisión correcta respecto de los medicamentos anestésicos adaptados específicamente a las necesidades individuales del niño.
El anestesista también puede pedir pruebas adicionales (como radiografías, análisis de sangre o pruebas de laboratorio) para ayudar a idear el mejor plan anestésico personalizado posible para su hijo.
Además de hacer un examen físico de las vías aéreas, el corazón y los pulmones de su hijo, el anestesista también deberá obtener los antecedentes médicos del niño, que incluirá hacer preguntas sobre:
  • la salud de su hijo en el pasado y en la actualidad
  • la salud de su familia
  • cualquier medicamento, suplemento o remedios a base de hierbas que su hijo esté tomando (tenga en cuenta tener consigo una lista de lo que toma su hijo exactamente, con detalles sobre la cantidad y la frecuencia)
  • cualquier reacción previa que su hijo o un familiar de sangre haya tenido a la anestesia
  • todo tipo de alergia (especialmente a alimentos, medicamentos o látex) que su hijo pueda tener
  • si su hijo fuma, bebe alcohol o consume alguna droga recreativa (esto generalmente corresponde a adolescentes mayores)
El anestesista, el cirujano o un miembro del personal de enfermería también le informarán si su hijo puede comer o beber antes de la intervención quirúrgica. Es importante asegurarse de que su hijo no ingiera alimentos antes de la cirugía (por lo general, ningún alimento después de la medianoche del día anterior a la cirugía). Recibirá instrucciones específicas según la edad y el cuadro clínico de su hijo, y la hora del día en que se realizará el procedimiento.
¿Por qué no es conveniente ingerir alimentos antes de la cirugía? Porque el cuerpo generalmente tiene reflejos que evitan que el alimento se aspire (o inhale) en los pulmones cuando se lo traga o regurgita (vomita). Sin embargo, los medicamentos anestésicos pueden impedir estos reflejos, lo que podría provocar que el alimento se aspire en los pulmones si hubiera vómito o regurgitación durante la anestesia. No obstante, a veces, el anestesista dirá que se pueden tomar solamente líquidos o medicamentos específicos unas horas antes de la intervención quirúrgica.
Para garantizar la seguridad de su hijo durante la cirugía, es extremadamente importante responder todas las preguntas del anestesista de la forma más sincera y minuciosa posible. Lo que puede parecer inofensivo podría interactuar con la anestesia o afectarla, e incidir en la forma en que su hijo reacciona a ella.

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