martes, 10 de diciembre de 2013

¿Qué es la anestesia? - Diana Golinsky

¿Qué es la anestesia? - Diana Golinsky

No existen dudas: someterse a una cirugía puede ser estresante. Si tienes programada una cirugía, es posible que tengas preguntas o inquietudes acerca de la anestesia. La idea de estar inconsciente o de perder temporalmente la sensibilidad puede resultar absolutamente desconcertante.
Conocer los aspectos básicos sobre la anestesia puede ayudar a responder tus preguntas y calmar inquietudes, ya sea que se trate de un procedimiento con una inyección para adormecer un área o una cirugía más importante en la que estarás "dormido".
Básicamente, la anestesia es el uso de medicamento para evitar la sensación de dolor u otra sensación durante una cirugía u otros procedimientos que podrían ser dolorosos (como los puntos de sutura o la extracción de verrugas). Los diferentes tipos de anestesia, ya sea que se administren como inyección o mediante la inhalación de gases o vapores, afectan el sistema nervioso de varias formas al bloquear los impulsos nerviosos y, por lo tanto, el dolor.
En los hospitales y centros quirúrgicos de hoy, profesionales muy capacitados usan una amplia variedad de medicamentos modernos y seguros, y tecnología de monitoreo sumamente calificada. Un anestesistaes un médico que se especializa en administrar y controlar los anestésicos (medicamentos que adormecen un área del cuerpo o ayudan a que te duermas y permanezcas dormido).

¿Qué es la anestesia? - Diana Golinsky

Anestesia general, sueño y coma (Diana Golinsky)

Compartido por Diana Golinsky

Aunque que los médicos describen la anestesia general como “quedarse dormido”, hay importantes diferencias entre anestesia y sueño. Este trabajo analiza las características clínicas y neurofisiológicas de la anestesia general y sus relaciones con el sueño y el coma.

Dres. Brown E., Lydic R., Schiff N.
N Engl J Med 2010;363:2638-50
 
Introducción
La anestesia general, inducida por fármacos, produce fenómenos conductuales y fisiológicos reversibles - inconciencia, amnesia, analgesia y acinesia – con estabilidad de los sistemas cardiovascular, respiratorio y termorregulador. Genera patrones inconfundibles en el electroencefalograma (EEG), siendo el más frecuente el aumento progresivo en la actividad de baja frecuencia y alta amplitud a medida que el nivel de la anestesia se profundiza. Estudiar la relación de la anestesia con el sueño y el coma puede proporcionar conocimientos sobre la acción de los anestésicos.

El sueño, estado de disminución del nivel de alerta, generado activamente por núcleos en el hipotálamo, el tronco encefálico y el prosencéfalo basal, es esencial para mantener la salud. En el sueño normal hay dos estados – el sueño REM y el sueño no REM - en ciclos de aproximadamente 90 minutos. El sueño REM se caracteriza por movimientos oculares rápidos, actividad onírica, irregularidades de la respiración y de la frecuencia cardíaca, erección del pene y el clítoris e hipotonía de los músculos esqueléticos. El EEG muestra ritmos activos de alta frecuencia y baja amplitud. El EEG del sueño no REM muestra tres etapas, donde los ritmos de mayor amplitud y frecuencia más baja se acompañan por altibajos en el tono muscular, disminución de la temperatura corporal y de la frecuencia cardíaca.

El coma es un estado de profunda falta de respuesta, en general por lesión cerebral grave. Los pacientes en coma no responden a los estímulos, pueden hacer muecas y mover los miembros y tener respuestas de retirada, sin localización, a los estímulos dolorosos. A medida que el coma se profundiza, estas respuestas disminuyen o desaparecen. Aunque la actividad del EEG en pacientes comatosos depende del grado de lesión cerebral, a menudo es de alta amplitud y baja frecuencia, semejante a la de los pacientes que recibieron anestesia general.

La anestesia general es, de hecho, un coma inducido reversible, a pesar de que los anestesistas se refieren a ella como “quedarse dormido” para no inquietar a los pacientes.

Este artículo analiza las características clínicas y neurofisiológicas de la anestesia general y sus relaciones con el sueño y el coma.
Signos clínicos y patrones del EEG inducidos por la anestesia general 
1-Período de inducción
 Antes de la inducción, el EEG del paciente es normal, activo, con actividad alfa prominente (10 Hz) cuando tiene los ojos cerrados. La administración de una pequeña dosis de un hipnótico, como el propofol, un barbitúrico o el etomidato, fármacos que actúan sobre los receptores tipo A del ácido γ-aminobutírico (GABAA), induce un estado de sedación en el que el paciente está tranquilo, con los ojos en general cerrados y se lo puede despertar con facilidad.

A medida que se aumenta lentamente la dosis, el paciente puede entrar en un estado de excitación paradójica, caracterizado por movimientos defensivos o sin objeto, habla incoherente, euforia o disforia y aumento de la actividad beta en el EEG (13-25 Hz). Cuando se administra más cantidad de hipnótico – en general como bolo durante 10-15 segundos – aparece un patrón respiratorio cada vez más irregular que progresa hasta llegar a la apnea, momento en que se debe iniciar la ventilación con bolsa y mascarilla. Hay pérdida simultánea de respuesta a las órdenes verbales y del tono muscular.

Cuando el paciente está inconsciente, desaparecen los reflejos oculocefálico, de parpadeo y corneal, pero se mantiene el reflejo pupilar. La presión arterial puede aumentar o disminuir, mientras que la frecuencia cardíaca en general aumenta. La administración de un opioide o una benzodiacepina antes o durante la inducción puede mitigar la respuesta cardíaca y se pueden administrar vasopresores para mantener la presión arterial. Al término de la inducción, en general se intuba al paciente, tras administrar un relajante muscular.

2- Período de mantenimiento.
 La anestesia general se mantiene por la asociación de hipnóticos, fármacos inhalatorios, opioides, relajantes musculares, sedantes y fármacos cardio-vasculares, junto con apoyo ventilatorio y termoregulador. Durante este período, el nivel de la anestesia general se controla a través de los cambios en la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Cuando el estado de anestesia general es insuficiente para el nivel de estimulación nociceptiva de la cirugía, la frecuencia cardíaca y la presión arterial pueden aumentar considerablemente, alertando al anestesista sobre la posibilidad de aumento de la nocicepción y despertar. Otros indicadores de anestesia general insuficiente son traspiración, lagrimeo, cambios en el tamaño de la pupila, aumento del tono muscular y de los movimientos y cambios en el EEG. A los niveles apropiados para la cirugía, la anestesia general se puede acercar funcionalmente a la muerte del tronco encefálico (muerte cerebral), porque los pacientes están inconscientes, tienen depresión de los reflejos del tronco encefálico, no responden a los estímulos nociceptivos ni a la apnea y necesitan apoyo cardiorrespiratorio y termo-regulador.

Cuatro patrones del EEG ilustran las fases del período de mantenimiento. 
La fase 1, anestesia general leve, se caracteriza por disminución de la actividad beta (13-30 Hz) y aumento de la actividad alfa (8-12 Hz) y la actividad delta  (0-4 Hz).

Durante la fase 2, el estado intermedio, la actividad beta disminuye y aumentan la actividad alfa y delta. El EEG en la fase 2 es similar al del sueño no REM en etapa 3.

La fase 3 es un estado más profundo, donde el EEG se caracteriza por períodos planos intercalados con períodos de actividad alfa y beta, patrón llamado supresión de descargas (burst supression) A medida que este estado de anestesia general se profundiza, el tiempo entre los períodos de actividad alfa se alarga y las amplitudes de la actividad alfa y beta disminuyen. La cirugía en general se efectúa durante las fases 2 y 3. En la fase 4, el estado más profundo de anestesia general, el EEG es isoeléctrico (totalmente plano).
Período de recuperación de la anestesia
La recuperación de la anestesia general es un proceso pasivo que depende de la cantidad de fármacos administrada; sus lugares de acción, su potencia y su farmacocinética; las características fisiológicas del paciente y el tipo y la duración de la cirugía.

La reaparición de la respiración espontánea señala la recuperación de la anestesia general. La frecuencia cardíaca y la presión arterial aumentan, siempre que estas respuestas no estén bloqueadas farmacológicamente. Comienzan la salivación y el lagrimeo, seguidos por respuestas sin localización a los estímulos dolorosos, lo que sugiere que el estado del paciente es muy similar al estado vegetativo, salvo que los ojos permanecen cerrados. A medida que se recupera el tono muscular, el paciente comienza a hacer muecas, tragar, toser, tener arcadas y efectuar movimientos defensivos. En este momento el anestesiólogo extubará al paciente, siempre que tenga suficientes reflejos del tronco encefálico para mantener respiraciones espontáneas, aunque no haya respuesta a las órdenes verbales.

A medida que el paciente sale de la anestesia general, las características del EEG prosiguen en orden inverso de las fases 2 o 3 del período de mantenimiento hasta llegar a un EEG activo compatible con el estado de alerta total.
Mecanismos de la pérdida de la consciencia inducida por la anestesia general

Circuitos corticales y alteración del estado de alerta

Los anestésicos inducen inconsciencia por alteración de la neurotransmisión en múltiples lugares de la corteza cerebral, el tronco encefálico y el tálamo. Si el procedimiento no exige anestesia general completa, se emplean dosis bajas de un hipnótico o un sedante para lograr la sedación, es decir la disminución de la función cognitiva (actividad cortical) con función respiratoria y cardiovascular (tronco encefálico) intacta.

Estudios de tomografía con emisión de positrones en personas con anestesia general revelaron disminución apreciable de la actividad metabólica cortical.

Estudios de resonancia magnética proporcionaron otros indicios de los mecanismos corticales de la pérdida de la consciencia inducida por la anestesia general. Estudios de farmacología molecular in vivo e in vitro identificaron a los receptores GABAA y N-metil-D-aspartato (NMDA) en la corteza, el tálamo, el tronco encefálico y el cuerpo estriado como dos de los blancos importantes de los hipnóticos. La intensificación de la inhibición de GABAA inducida por la anestesia general puede inactivar grandes zonas cerebrales y contribuir a la pérdida de la consciencia.
Tronco encefálico, sueño y alteración del estado de alerta
El hipnótico administrado en bolo durante la inducción de la anestesia general llega rápidamente a los centros de alerta del tronco encefálico, donde contribuye a la pérdida de la consciencia. La pérdida de los reflejos oculocefálico y corneal es un indicador inespecífico de alteración de la función del tronco encefálico debido a las acciones del hipnótico sobre los núcleos oculomotor, troclear, abducens, trigeminal y facial del mesencéfalo y la protuberancia.

La apnea se puede explicar, en parte, por las acciones del fármaco hipnótico sobre las interneuronas GABAA de la red de control respiratorio en la médula anterior y la protuberancia.

La rápida atonía que se produce tras administrar un bolo de propofol se debe probablemente a las acciones de este fármaco sobre la médula espinal y sobre los núcleos reticulares protuberanciales y medulares que controlan los músculos antigravedad. Apoyan este concepto observaciones con los efectos musculorelajantes y soporíferos del agonista de GABA baclofen. Estas observaciones quizás expliquen porqué cerca del término de la cirugía, se pueden emplear dosis pequeñas de propofol para proporcionar relajación muscular rápida de corta duración y porqué, en este caso, el propofol es preferible a los relajantes musculares de comienzo más lento y mayor duración de acción. En contraste con la atonía inducida por fármacos antes mencionada, se observan rigidez y espasticidad en pacientes que están en coma o en estado vegetativo, y el tono muscular se conserva durante el sueño de ondas lentas.

Signos de pérdida de la función del tronco encefálico (apnea, atonía y pérdida de los reflejos oculocefálico y corneal) y por lo tanto inconsciencia, indican cuándo se debe iniciar la ventilación con bolsa y mascarilla durante la inducción de la anestesia general.

Loa circuitos neurales que participan en el sueño proporcionan más conocimientos sobre los mecanismos de inconsciencia del prosencéfalo, el tronco encefálico y el hipotálamo.

Durante la vigilia, el locus ceruleus proporciona inhibición -mediada por la norepinefrina- del núcleo preóptico anterolateral del hipotálamo. Por lo tanto la inhibición inducida por GABAA y la inhibición inducida por galanina de los circuitos ascendentes de alerta  por el núcleo preóptico anterolateral se inhibe y se promueve el estado de vigilia. La adenosina, uno de los principales somníferos cerebrales, se acumula por la degradación del trifosfato de adenosina durante los intervalos prolongados de vigilia. La fijación de la adenosina y la inhibición del locus ceruleus generan la activación del núcleo preóptico anterolateral, que inhibe los circuitos ascendentes del estado de alerta y promueve el sueño no REM. El sedante dexmedetomidina es un agonista α2-adrenérgico que inhibe la liberación de norepinefrina del locus ceruleus y permite así que el núcleo preóptico anterolateral disminuya el alerta al inhibir los circuitos ascendentes del mismo. Los patrones EEG de la sedación inducida por dexmedetomidina son muy semejantes a los del sueño no REM.

El propofol también genera inconsciencia, en parte, por inhibición mediada por  GABAA de la liberación del neurotransmisor histamina, que promueve el alerta en la corteza del núcleo tuberomamilar del hipotálamo.

El opioide sintético fentanilo disminuye el estado de alerta al reducir la acetilcolina en la formación reticular protuberancial interna, mientras que la morfina actúa igual, pero por inhibición de las neuronas en el núcleo tegmental laterodorsal, la formación reticular protuberancial interna y el prosencéfalo basal. Los opioides actúan principalmente en las vías nociceptivas para alterar el estado de alerta.

Los patrones del EEG y otras características de la anestesia general difieren de los del sueño. El estado activo de la corteza durante el sueño REM es inducido por un estímulo colinérgico proveniente del prosencéfalo y de los núcleos tegmentales dorsolaterales y pedunculoprotuberanciales a la corteza a través del tálamo. La excitación paradójica con la anestesia general puede representar la desinhibición inducida por GABA en las vías estriadotalámicas. La hipotonía muscular observada durante el sueño REM se debe en parte a la activación colinérgica de las redes bulboprotuberanciales, que producen inhibición mediada por glicina de las neuronas alfa motoras en la médula espinal, mientras que durante la excitación paradójica, el tono motor está conservado.

Los patrones EEG del sueño de onda lenta son semejantes a los de la fase 2 del período de mantenimiento de la anestesia general. Este período es lo suficientemente profundo como para la cirugía. Durante el sueño, la mayor disminución en la percepción del dolor es en la etapa de ondas lentas.
Circuitos talámicos centrales y control del estado de alerta
El tálamo central tiene una función importante en la regulación del estado de alerta normal. La convergencia en esta zona de vías ascendentes del tronco encefálico y el prosencéfalo y vías descendentes de la corteza frontal contribuye a regular el estado de alerta del prosencéfalo y mantener una conducta organizada durante la vigilia.

La pérdida de la consciencia inducida por la anestesia general ha sido revertida experimentalmente por la inyección directa de agonistas colinérgicos en el tálamo central. El tálamo central puede inducir varios de los fenómenos observados en la anestesia general. Por último, se cree que la supresión de descarga es un flujo fuerte, sincronizado de descargas talámicas hacia una corteza que no responde. Es un estado de anestesia general más profundo que la fase 2 del período de mantenimiento. Las descargas son más separadas durante la supresión de descargas a medida que el nivel de anestesia se profundiza. Esto sugiere que una fracción mayor de la corteza está inactiva durante la supresión de descargas que en la fase 2 de la anestesia o que durante el sueño de ondas lentas. Apoya esta hipótesis la observación de que la supresión de descargas se ve también en el coma debido a daño anóxico difuso y en la hipotermia inducida. La ausencia de supresión de descargas durante el sueño es una distinción electrofisiológica importante entre el sueño y la anestesia general.
Estados cerebrales activos e inconsciencia
La pérdida de la consciencia inducida por la mayoría de los hipnóticos se asocia principalmente con patrones de EEG lentos, en cambio la pérdida de la consciencia inducida por el antagonista NMDA ketamina se asocia con patrones de EEG activos. Las convulsiones en general se asocian con patrones de EEG activos, muy organizados. La pérdida de la consciencia debida a convulsiones se produce por actividad cerebral organizada, aberrante que dificulta las comunicaciones normales necesarias para mantener el estado de alerta y la cognición. De la misma manera, es muy probable que el estado cerebral muy activo sea importante en la pérdida de la consciencia inducida por la ketamina. Se pueden producir alucinaciones porque la activación aberrante permite la asociación de información discordante en tiempo y espacio. Las alucinaciones se pueden mitigar por la administración simultánea de una benzodiacepina.
Recuperación de la anestesia general y recuperación del coma
La recuperación del coma –si se produce – puede tardar de horas a años. En cambio, la recuperación de la anestesia general sólo lleva minutos. Los primeros signos clínicos de la salida de la anestesia general – respiración regular, salivación, lagrimeo, deglución, arcadas y muecas- se aproximan a la progresión caudal–rostral en el tronco encefálico del retorno de la función sensitiva, motora y neurovegetativa. Un signo más tardío, como la respuesta a órdenes verbales, indica el regreso de la función cortical.

Que la anestesia general pueda ser equivalente funcionalmente a la muerte del tronco encefálico indica que la anestesia general puede deprimir profundamente la función cerebral y quizás explica porqué algunos pacientes no recuperan totalmente la consciencia hasta varias horas después de la anestesia general y porqué la disfunción cognitiva posoperatoria podría persistir en pacientes ancianos durante varios meses.

En conclusión, mejores conocimientos sobre el sueño y el coma podrían generar nuevos enfoques de la anestesia general basados sobre nuevas formas de alterar la conciencia.
♦ Resumen y comentario objetivo: Dr. Ricardo Ferreira

domingo, 1 de diciembre de 2013

"Es posible tratar el dolor en pacientes oncológicos"

“Cáncer y dolor han sido siempre dos palabras que se unieron en matrimonio inseparable. Pero, para bien de los pacientes, esta unión debe disolverse.” Así presenta el tema la doctoraGuadalupe Pallotta, Jefa de la Sección de Oncología del Hospital Italiano e integrante de la Asociación Argentina de Oncología Clínica.
El padecimiento “debe ser diagnosticado y tratado  en todas sus dimensiones: física, emocional y hasta social, para poder ayudar al que lo padece. El dolor, sobre todo el agudo,  puede ser un síntoma de tumores malignos curables, como el cáncer de testículo. También hoy se conoce que se hará presente en el 70% de los pacientes oncológicos en algún momento de la evolución de la enfermedad”, explica Pallotta.
El dolor se puede tratar
“Hay que divulgar más el tratamiento del dolor, porque en general, pacientes y familiares piensan que la enfermedad cursa con dolor y que no es tratable. Además, hay un mito de miedo al uso de analgésicos,  como un estigma de la enfermedad o la posibilidad de adicción”, asegura la experta.
Desde los años noventa, la Organización Mundial de la Salud promueve el conocimiento y aplicación de los analgésicos, y, sobre todo, la posibilidad del uso de morfínicos para el tratamiento del padecimiento por cáncer.
“Escalera” de intensidad y tratamiento
Este es el título que lleva una campaña de la OMS que propone terapias de acuerdo a los distintos “peldaños” de sufrimimiento:
• Escalón uno: dolor moderado tratable con antiinflamatorios 
• Escalón dos: si el dolor incrementa o persiste se debe adicionar morfínicos débiles
• Escalón tres: si el dolor es intenso y  crónico, se debe emplear morfínicos fuertes como clorhidrato de morfina.
“En todos estos escalones también pueden sumarse o no, ayudas como los sedantes, antidepresivos o terapias físicas, acupuntura, entre otras posibilidades”, indica Pallota.  Otro detalle importante es el uso de analgésicos según horarios, ya que “el paciente y la familia sólo tienden a usarlos cuando el afectado experimenta dolor y no en momentos fijos para evitar que este aparezca”, concluye la experta.

Anestesia General (Diana Golinsky)

Es un tratamiento con ciertos medicamentos que inducen el sueño profundo de manera que usted no siente dolor durante la cirugía. Cuando usted reciba estos medicamentos, no será consciente de lo que está sucediendo a su alrededor.

Descripción

Usted recibirá anestesia general en un hospital o en consultorio como paciente ambulatorio. La mayoría de las veces, un médico llamado anestesiólogo lo pondrá a dormir y, algunas veces, una enfermera anestesista titulada cuidará de usted.
El médico le aplicará medicamento en la vena. Le pueden solicitar que inhale (respire) un gas especial a través de una máscara. Una vez que usted está dormido, el médico puede insertarle un tubo en la tráquea para ayudarlo a respirar y proteger los pulmones.
A usted lo vigilarán muy de cerca mientras esté dormido y le monitorearán la presión arterial, el pulso y la respiración. El médico o el personal de enfermería que lo cuidan pueden cambiar su nivel de profundidad del sueño durante la cirugía.
Usted no se moverá, no sentirá ningún dolor ni tendrá ningún recuerdo del procedimiento gracias a este medicamento.

Por qué se realiza el procedimiento

La anestesia general es una manera segura de permanecer dormido y sin dolor durante procedimientos que:
  • Serían demasiado dolorosos.
  • Tomarían mucho tiempo.
  • Afectarían su capacidad para respirar.
  • Le causarían molestia.
  • Le causarían demasiada ansiedad.
Usted posiblemente también pueda tener sedación consciente durante el procedimiento, aunque, algunas veces, no es suficiente para hacerlo sentir cómodo. Los niños pueden necesitar anestesia general para un procedimiento médico o dental con el fin de manejar cualquier dolor o ansiedad que puedan sentir.

Riesgos

La anestesia general normalmente es segura para personas sanas. Las personas con problemas cardíacos, pulmonares o renales, los fumadores, las personas que consumen alcohol o medicamentos en exceso, al igual que aquéllas que tienen alergias o antecedentes familiares de ser alérgicas al medicamento pueden tener un riesgo más alto de sufrir problemas con la anestesia general.
Pregúntele al médico acerca de estas complicaciones:

Antes del procedimiento

Coméntele siempre al médico o al personal de enfermería:
  • Si podría estar en embarazo.
  • Qué fármacos está tomando, incluso medicamentos o hierbas que haya comprado sin una receta.
Durante los días antes de la cirugía:
  • Un anestesiólogo le tomará una historia clínica completa para determinar el tipo y cantidad de anestesia que necesita. Esto incluye preguntas sobre cualquier alergia, problemas de salud, medicamentos y antecedentes de la anestesia.
  • Algunos días antes de la operación, le pueden solicitar que deje de tomar ácido acetilsalicílico (aspirin), ibuprofeno (Advil, Motrin), warfarina (Coumadin) y cualquier otro fármaco que dificulte la coagulación de la sangre.
  • Pregúntele al médico qué fármacos debe tomar aun el día de la cirugía.
  • Trate siempre de dejar de fumar. El médico le puede ayudar.
En el día de la cirugía:
  • Se le solicitará generalmente no beber ni comer nada después de media noche la noche anterior a la cirugía. Esto es para evitar que usted vomite mientras está bajo el efecto de la anestesia, ya que esto puede ser peligroso.
  • Tome los fármacos que el médico le recomendó con un pequeño sorbo de agua.
  • El médico o el personal de enfermería le dirán a qué hora debe llegar al hospital.

Después del procedimiento

Usted se despertará cansado y aturdido en la sala de recuperación o en el quirófano. También puede sentir náuseas, tener la boca reseca, dolor de garganta, o sentir frío o inquietud hasta que el efecto de la anestesia pase. El personal de enfermería vigilará estos efectos secundarios. Éstos irán desapareciendo, pero pueden tardar unas horas. Algunas veces, las náuseas y el vómito pueden tratarse con otros medicamentos.
Siga las recomendaciones del médico mientras se recupera y cuide su herida quirúrgica.

Pronóstico

La anestesia general por lo regular es segura gracias a los equipos, medicamentos y estándares de seguridad modernos. La mayoría de las personas se recuperan por completo y no tienen ninguna complicación.

Referencias

Miller RD, Eriksson LI, Fleisher LA, et al. Miller's Anesthesia. 7th ed. Philadelphia, PA: Elsevier Churchill-Livingstone; 2009.
Sherwood ER, Williams CG, Prough DS. Anesthesiology principles, pain management, and conscious sedation. In: Townsend CM, Beauchamp RD, Evers BM, Mattox KL, eds. Sabiston Textbook of Surgery. 19th ed. Philadelphia, PA: Elsevier Saunders; 2012:chap 16.

Actualizado: 1/29/2013

Versión en inglés revisada por: John A. Daller, MD, PhD, Department of Surgery, Crozer-Chester Medical Center, Chester, PA. Review provided by VeriMed Healthcare Network. Also reviewed by A.D.A.M. Health Solutions, Ebix, Inc., Editorial Team: David Zieve, MD, MHA, Stephanie Slon, and Nissi Wang.
Traducción y localización realizada por: DrTango, Inc.

Anestesia

Cuando se le realiza algún tipo de procedimiento o cirugía a su hijo, es comprensible que sienta algo de intranquilidad. Probablemente tenga muchas preguntas sobre todo, desde la forma en la que se administra la anestesia hasta lo que experimentará su hijo, y dónde se le permitirá a usted permanecer.
Por supuesto, lo que ocurra dependerá del tipo de procedimiento al que su hijo se someta y del tipo de anestesia que se usará, ya sea:
  • general, en la que su hijo estará "dormido"
  • regional, cuando se adormece una zona grande del cuerpo
  • local, cuando se adormece una parte pequeña del cuerpo
Para que tenga tranquilidad y esté mejor informado, le presentamos a continuación una revisión breve de lo que puede ocurrir antes, durante y después del día en que le realicen el procedimiento a su hijo en un hospital o centro quirúrgico.

Antes de la cirugía

Si bien es posible que pueda hablar con el anestesista un día o dos antes de la cirugía, es posible que no lo conozca hasta ese mismo día. De cualquier manera, el anestesista revisará la información y los antecedentes médicos de su hijo rigurosamente, para poder tomar la decisión correcta respecto de los medicamentos anestésicos adaptados específicamente a las necesidades individuales del niño.
El anestesista también puede pedir pruebas adicionales (como radiografías, análisis de sangre o pruebas de laboratorio) para ayudar a idear el mejor plan anestésico personalizado posible para su hijo.
Además de hacer un examen físico de las vías aéreas, el corazón y los pulmones de su hijo, el anestesista también deberá obtener los antecedentes médicos del niño, que incluirá hacer preguntas sobre:
  • la salud de su hijo en el pasado y en la actualidad
  • la salud de su familia
  • cualquier medicamento, suplemento o remedios a base de hierbas que su hijo esté tomando (tenga en cuenta tener consigo una lista de lo que toma su hijo exactamente, con detalles sobre la cantidad y la frecuencia)
  • cualquier reacción previa que su hijo o un familiar de sangre haya tenido a la anestesia
  • todo tipo de alergia (especialmente a alimentos, medicamentos o látex) que su hijo pueda tener
  • si su hijo fuma, bebe alcohol o consume alguna droga recreativa (esto generalmente corresponde a adolescentes mayores)
El anestesista, el cirujano o un miembro del personal de enfermería también le informarán si su hijo puede comer o beber antes de la intervención quirúrgica. Es importante asegurarse de que su hijo no ingiera alimentos antes de la cirugía (por lo general, ningún alimento después de la medianoche del día anterior a la cirugía). Recibirá instrucciones específicas según la edad y el cuadro clínico de su hijo, y la hora del día en que se realizará el procedimiento.
¿Por qué no es conveniente ingerir alimentos antes de la cirugía? Porque el cuerpo generalmente tiene reflejos que evitan que el alimento se aspire (o inhale) en los pulmones cuando se lo traga o regurgita (vomita). Sin embargo, los medicamentos anestésicos pueden impedir estos reflejos, lo que podría provocar que el alimento se aspire en los pulmones si hubiera vómito o regurgitación durante la anestesia. No obstante, a veces, el anestesista dirá que se pueden tomar solamente líquidos o medicamentos específicos unas horas antes de la intervención quirúrgica.
Para garantizar la seguridad de su hijo durante la cirugía, es extremadamente importante responder todas las preguntas del anestesista de la forma más sincera y minuciosa posible. Lo que puede parecer inofensivo podría interactuar con la anestesia o afectarla, e incidir en la forma en que su hijo reacciona a ella.